jueves, 20 de mayo de 2021


Semana de Mayo



Domingo 20 de mayo


 El domingo 20 el virrey Cisneros reunió a los jefes militares y les pidió su apoyo ante una posible rebelión, pero todos se rehusaron a brindárselo.
Por la noche Castelli y Martín Rodríguez insistieron ante el virrey con el pedido de cabildo abierto. El virrey dijo que era una insolencia y un atrevimiento y quiso improvisar un discurso pero Rodríguez le advirtió que tenía cinco minutos para decidir. Cisneros le contestó «Ya que el pueblo no me quiere y el ejército me abandona, hagan ustedes lo que quieran» y convocó al Cabildo para el día 22 de Mayo. En el «Café de los Catalanes» y en «La Fonda de las Naciones», los criollos discutían sobre las mejores estrategias para pasar a la acción.




Lunes 21 de mayo

 A las nueve de la mañana se reunió el Cabildo como todos los días para tratar los temas de la ciudad. Pero a los pocos minutos los cabildantes tuvieron que interrumpir sus labores.

La Plaza de la Victoria estaba ocupada por unos 600 hombres armados de pistolas y puñales que llevaban en sus sombreros el retrato de Fernando VII y en sus solapas una cinta blanca, símbolo de la unidad criollo-española desde la defensa de Buenos Aires.
Este grupo de revolucionarios, encabezados por Domingo French y Antonio Luis Beruti, se agrupaban bajo el nombre de la «Legión Infernal» y pedía a los gritos que se concrete la convocatoria al Cabildo Abierto. Los cabildantes acceden al pedido de la multitud.

El síndico Leiva sale al balcón y anuncia formalmente el ansiado Cabildo Abierto para el día siguiente. Pero los «infernales» no se calman, piden a gritos que el virrey sea suspendido. Debe intervenir el Jefe del regimiento de Patricios, Cornelio Saavedra quien logra calmarlos garantizándoles el apoyo militar a sus reclamos.


Martes 22 de mayo

A las nueve de la mañana del 22 de mayo, de los 450 hombres invitados al debate, se hicieron presentes 250, quienes debatieron durante más de cuatro horas sobre la continuidad, o no, de Cisneros en el cargo, en el contexto de una España debilitada por la ocupación de casi la totalidad de la península ibérica por las fuerzas de Napoleón Bonaparte. Además, la Junta de Sevilla, quién había nombrado virrey a Cisneros, se había disuelto, poniendo en cuestión la legitimidad de su mandato.

En el debate del Cabildo Abierto había dos posiciones enfrentadas. Por un lado, la de los conservadores que se pronunciaron a favor de la continuidad de Cisneros en el mando. Y por el otro, los que exigían la renuncia del virrey, teniendo en cuenta que había caducado la autoridad que lo había nombrado para el ejercicio del gobierno, por lo tanto, el poder debía recaer en los representantes actuales del pueblo para que estos se diesen un nuevo gobierno. Esta era la posición sostenida por los revolucionarios, que desde hacía semanas se juntaban a escondidas en la jabonería de Vieytes a debatir y planificar los posibles destinos del Virreinato.


Óleo de Pedro Subercaseaux, en el Museo del Cabildo y la Revolución de Mayo.


 

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